TERAPIA BREVE ESTRATÉGICA

Resolvemos problemas complicados con soluciones aparentemente sencillas en tiempo breve

“Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Arthur C. Clarke

El modelo estratégico nació a mediados de los 60 en la Escuela de Palo Alto, en California (Estados Unidos). Tras dos décadas trabajando allí, Paul Watzlawick y Giorgio Nardone fundaron en 1987 su propio centro de investigación: el Centro di Terapia Breve Strategica, en Arezzo (Italia). Tras más de 25 años investigando y más de 20.000 casos clínicos atendidos, el modelo de intervención de Arezzo se ha convertido en una referencia internacional.

De hecho, es tan evolucionado que sus terapias promedian un 90 % de casos exitosos. Es un modelo apto tanto para resolver dificultades como para solucionar las patologías más severas y se puede aplicar en diferentes ámbitos: clínico, empresarial, escolar, deportivo, etc.

Cuando los intentos de solución complican el problema

La Terapia Breve Estratégica se centra en descubrir cómo funciona el problema, en lugar de buscar las causas. Queremos ayudar a la persona a buscar la solución a su problema de la forma más rápida y eficiente posible. Para ello, estudiamos cuáles son los intentos de solución que la persona ha puesto en marcha para solucionar el problema y que, lejos de funcionar, lo han mantenido e incluso lo han complicado todavía más. El objetivo será desbloquear este círculo vicioso disfuncional para que puedan surgir nuevas estrategias de solución más funcionales.

En la mayoría de ocasiones, es la rígida perspectiva que tenemos de la realidad lo que nos provoca malestar y lo que nos impide seleccionar una solución más adecuada. Es como si intentáramos abrir una cerradura con una llave que no es la suya, y como no funciona, insistiéramos una y otra vez con más y más fuerza… ¿Qué ocurriría? Que al final se rompería, ¿verdad? Entonces, ¿qué podemos hacer? Probemos con otra llave.

Como decía Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”

Hacia el cambio

Para ello, será necesario un cambio en el sistema perceptivo-reactivo. Es decir, en la visión que se tiene de uno mismo, del mundo o de los demás, y por consiguiente, en la manera que se tiene de reaccionar. En definitiva, un cambio en la construcción que tenemos de la realidad y en nuestras acciones. De esta manera, una vez desaparece la rigidez, dejamos paso a la flexibilidad y por lo tanto, a una forma de funcionar más equilibrada y funcional.

Como el agua, que lo vence todo porque se adapta a todo (Lao Tse)

Para conseguirlo, los terapeutas estratégicos nos valemos de una serie de estratagemas y estrategias flexibles que se adaptan a cada persona y caso concreto. Sesión a sesión valoramos los progresos y evaluamos las herramientas que estamos utilizando. Es la terapia que se adapta a la persona y no al revés.

La comunicación y el diálogo estratégico es parte imprescindible de la terapia, ya que es necesario para derribar la resistencia que acompaña al cambio. Todo organismo tiende a la homeostasis, es decir, al equilibrio, aunque ese equilibrio sea disfuncional, por eso es tan difícil cambiar, incluso cuando se está convencido de querer hacerlo. La mayoría de las veces no basta con buscar el cambio a un nivel racional, sino que es necesario tocar el corazón, las emociones. De esta forma nos aseguramos de que el cambio no sea opcional, sino inevitable.

Además del trabajo realizado en sesión, utilizamos prescripciones terapéuticas entre sesiones, fundamentales para que la terapia sea eficaz.  

En tiempo breve

La terapia está diseñada para realizarse en un número de sesiones limitada y reducida. Los encuentros suelen ser quincenales al principio y cuando empiezan los primeros cambios (3ª o 4ª sesión), se van espaciando progresivamente hasta hacer seguimientos de forma trimestral, semestral y anual.

Estos seguimientos son fundamentales para el éxito de la terapia y así evitar recaídas. Dado que en las primeras sesiones se da el desbloqueo de la problemática, pero en el resto de sesiones necesitamos consolidar y generalizar los cambios. Esta es la etapa de aprendizaje, en la que se redescubren los propios recursos, bloqueados hasta el momento por el círculo vicioso en el que se encontraba inmerso, y se fijan los cambios obtenidos.

Paul Watzlawick hablando de realidad y verdad

Giorgio Nardone y la Terapia Breve Estratégica

Giorgio Nardone en una primera sesión con una paciente


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