Resiliencia: qué es y cómo desarrollarla

Etimológicamente, la palabra resiliencia proviene del latín resilïre, que significa “saltar para atrás”. Desde la física, se usa el término por primera vez, para describir la capacidad de un material de resistir y recuperar su forma original tras deformarse bajo presión.

Con estos orígenes, tiene sentido que la psicología coja esta palabra para designar la capacidad que tenemos los seres humanos de recuperarnos tras sucesos traumáticos y situaciones difíciles, como la palmera que se dobla pero aguanta el huracán y vuelve a su sitio después del temporal. Es la habilidad de levantarse, reponerse e incluso salir fortalecido de las adversidades, en lugar de hundirse y dejarse abatir por ellas.

“Las dificultades a menudo preparan a las personas normales para un destino extraordinario” C. S. Lewis 

Claves para ser más resiliente

La resiliencia es una habilidad que podemos desarrollar, te enseño algunas formas de hacerlo:

1. Sé flexible y adáptate constantemente a los cambios, como el agua, que lo vence todo porque se adapta a todo, en palabras de Lao Tsé.

Y te preguntarás: ¿cómo puedo volverme más flexible? ¿Cómo puedo ampliar mi punto de vista? A veces tenemos un árbol delante que nos impide ver el resto del bosque.

Te dejo un ejercicio práctico para entrenar la flexibilidad mental:

Piensa en un tema que te preocupe, cuando lo hayas detectado, intenta visualizar la situación desde 5 puntos de vista diferentes. Es decir, piensa en ello e intenta darle 5 enfoques distintos, puedes pensar por ejemplo en qué opinaría alguien de tu familia, un profesor, un amigo, etc. La idea es que puedas llegar hasta 5, no es una tarea fácil, muchas personas sólo llegan a 3. ¿Serías capaz? Haz la prueba. Cuantas más veces lo hagas, más entrenarás tu flexibilidad.

2. Concéntrate en ti y deja a un lado la comparación. Fíjate en tu propio recorrido, en los avances que has hecho tú, con tus posibilidades, con tu propia historia, con tus limitaciones y tus fortalezas. En este punto es importante hacer un buen uso de las redes sociales, pasar horas mirando la maravillosa vida que tienen los demás, no ayuda. Además de que no se muestra la vida real, sólo lo bonito. Pero en la vida no todo es de color de rosa, debemos aceptar nuestras sombras y ser conscientes de que todos las tenemos aunque no siempre lo veamos.

3. Responsabilízate de ti mismo/a y evita la crítica y la queja. Es muy fácil caer en esta trampa, a menudo muy incentivada socialmente y que te coloca en la posición de víctima, echando la culpa a los demás y al mundo… de todo lo que te pasa, sin hacer nada… quedándote inmóvil con la sensación de que no hay nada que hacer… Para que esto no ocurra, procura dejar de lado las lamentaciones y focalízate en lo qué sí puedes hacer con lo que te ha tocado.

“La mejor forma de predecir el futuro es construirlo”. Denis Gabor

4. Acepta y utiliza tus emociones:

Las emociones son necesarias y útiles para el ser humano. Si sabemos cómo gestionarlas, se pueden convertir en nuestro motor, si no pueden ser nuestra peor pesadilla y hacernos sufrir mucho. Es importante no bloquearlas, no huir de ellas, porque se pueden complicar, si no permitirnos sentirlas y hacerlas fluir de la forma adecuada. A continuación, te explico cómo:

  • Miedo. Míralo a la cara para convertirlo en valor. Si huyes de tus fantasmas, se hacen más grandes, si vas a tocarlos con la mano, desaparecen.

El miedo es necesario para nuestra supervivencia, en lugar de querer hacerlo desaparecer, hay que usarlo de forma que, en vez de quedarte bloqueado por el pánico, te enfrentes a él en primera persona. Es la única manera de sentirte capaz y de conquistar la tan preciada autoestima, que todos anhelamos y que se construye día a día enfrentándonos a nuestros miedos y superando nuestros límites.

  • Rabia. Aprende a detectarla y aprovéchala. Normalmente te avisa de que algo no va bien y te da el impulso necesario para poder actuar y cambiar la situación, y si no podemos cambiar la situación, podemos cambiarnos a nosotros mismos, porque si tú cambias, todo cambia. Además recuerda que:

“No podemos elegir lo que nos pasa, pero sí podemos decidir cómo vivir lo que nos pasa”. Víctor Frankl

Debemos escuchar qué nos quiere decir, pero sin dejarnos arrastrar por ella. Es importante canalizar la ira para poder actuar sin dañarte ni a ti ni a los demás, ya que como dijo Marco Antonio: “Las consecuencias de la cólera pueden ser mucho más graves que su causa”.

Una muy buena forma de hacerlo es con las Cartas de la rabia, una técnica psicológica que consiste en escribir todo lo que te molesta y te irrita, sin ningún tipo de filtro, escupiendo todo el veneno sobre el papel. De esta forma, el agua del dique lleno que se ha desbordado, vuelve a su cauce de forma natural sin provocar daños a su paso.

  • Tristeza y dolor. Si no afrontamos estas emociones, nos puede producir mucho más sufrimiento y alargarse en el tiempo.

De nuevo la tristeza también es útil, nos obliga a parar, a recogernos, a mirar hacia adentro y reflexionar. Este parón facilita la restauración de energía tras una época de mucho desgaste o la recuperación en el caso de un duelo o vivencia traumática.

Para superarlo, la única forma es vivir el dolor y atravesarlo. En palabras de Robert Frost: si quieres salir has de pasar por el medio.

-Practica la meditación o la oración, son actividades que, por su estructura, nos ayudan a entrar en un estado alterado de conciencia que permite aceptar y superar las dificultades. También puedes visualizar el escenario más allá del problema, dedicarle unos momentos al día a pensar en cómo sería todo sin el problema y qué harías de distinto.

Estos son algunas recomendaciones para incrementar tu resiliencia. Recuerda que las personas resilientes, además de superar más rápidamente las dificultades y frustraciones de la vida, son más capaces de afrontar retos y consiguen un mayor equilibrio emocional y autoestima,

Si sientes que las emociones se te desbordan, la vida se te vuelve demasiado difícil o llega a convertirse en una tortura diaria, la psicoterapia puede ayudarte a sacar a flote tus recursos personales para hacer frente a la situación.

Las personas más especiales y bellas que conozco son las que han vivido situaciones difíciles y han podido superarlas empujando sus propios límites. Son esas personas que tienen la habilidad de aprovechar los vientos desfavorables para construir molinos.

“Cuando hay tormenta, los pajaritos se esconden, pero las águilas vuelan más alto”. Mahatma Gandhi

 

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